jueves, 24 de febrero de 2011

LOS CELOS ENTRE HERMANOS/AS.

Uno de los problemas afectivos que acontecen en la etapa infantil son los celos. Cuando un niño se siente desplazado por el hermano, pueden surgir sentimientos de envidia, cólera, cierta hostilidad que se puede manifestar de muchas formas a través de enfrentamientos, peleas o conductas regresivas como cuando el niño se comporta como el hermano más pequeño.

Lo más común son los celos que surgen cuando nace otro hermano, quien es el nuevo niño en quien se centra toda la atención de los padres y de la familia; pero también existen los celos hacia los hermanos mayores, en ambos casos lo más importante es la intervención oportuna de los padres, son ellos quienes orientará las conductas de sus hijos.

Celos del hermano mayor

Cuando nace un nuevo integrante en la familia es común y de alguna manera justificable los celos del hermano mayor pues habrá muchos cambios en su entorno, la madre deberá dedicar más cuidados y atención al recién nacido, estará más ocupada, los familiares enfocarán su atención en el nuevo bebé, en algunos casos se requerirá o confiará los cuidados de otra persona ajena a la familia. Como consecuencia el niño puede manifestar conductas particulares, desde las agresivas hasta las regresivas, como por ejemplo, tratar de hacerse el bebé para captar nuevamente la atención de sus padres.

Ante estos hechos, los castigos no resolverán la situación, por el contrario, confirmarán los temores y amenazas del niño. Lo más prudente es hacerle sentir que él como hermano mayor, tiene sus particularidades, que es único y se le aprecia por lo que es, la idea es darle mayor confianza en sí mismo, mostrarle afecto, decirle cuanto lo queremos y también hacerlo participe de alguno de los cuidados del bebé con supervisión, esto hará que se sienta importante y supere sus sentimientos de inseguridad y hostilidad.

Celos en los hermanos menores

Los celos que existen entre los hermanos no es algo que se debe ignorar, tampoco considerarse como algo malo y prohibido, estos sentimientos surgen de manera espontánea y lo mejor es aceptarlos y aprender a superarlos. Siempre es más saludable expresar los sentimientos, el problema es cuando el niño no lo manifiesta, parece tranquilo, dócil, pero hay que tener cuidado porque la hostilidad puede llevarla por dentro creando así una personalidad ensimismada y con baja autoestima.

Existen características comunes en las familias, por ello para comprender mejor los sentimientos de celos que surgen entre hermanos, veamos las características más comunes que existen:

El hijo mayor, frecuentemente carga con todas las expectativas familiares, asumiendo que debe cumplir bien su rol. Por eso en general, los hijos mayores son responsables, meticulosos, sobre-exigidos y autoexigentes. Cada uno de sus logros es ampliamente celebrado y comentado.

El hijo menor, en cambio los menores son queridos por ser lo que son: "benjamines". Las madres muchas veces confiesan tratarlos con menos presión, sin exigir mucho de ellos, En efecto, cuando llega un hijo luego de varios otros, la mamá ya no está apurada en sacarle los pañales, en que hable o camine. Ya no existe la ansiedad como padres primerizos, pues ya han aprendido, el menor crece lleno de afecto y en un ambiente de libertad, sintiendo el amor incondicional de sus papás, seguro de sí mismo.

El hijo segundo o el del medio es el que optará por competir con el mayor, querrá superarlo y se sentirá disminuido si no logra, pues no tiene la madurez ni la edad del mayor. Por otro lado, también puede tomar la actitud de comportarse como un bebé, tratará de llamar la atención de los padres y si éstos no actúan de manera adecuada el niño se sentirá desplazado, con envidia de la atención centrada en los logros del mayor y las gracias del menor.

¿Qué hacer?

  • Si uno de los hermanos mayores se comporta como el más pequeño: Está buscando su atención, compréndalo, no lo castigue ni lo juzgue. Lo mejor que puede hacer es hablar con él y decirle que lo quiere por sus cualidades propias, que ser el hermano mayor tiene sus ventajas, no necesita ser más pequeño, siempre tendrá el cariño de los padres.
  • Si se pelean: Si se trata de un juguete, lo mejor será quitar el juguete y guardarlo hasta que aprendan a compartirlo. Si sabemos quien empezó el pleito lo mejor será hablar a solas con él, sobre su comportamiento dejando en claro que siempre tendrá el cariño y la atención de los padres y que no necesita pelear con su hermano.
  • Si el hermano mayor agrede al nuevo bebé: Hay que hablar con él, decirle que no hay que lastimar a su hermano, aliéntelo a hablar sobre sus sentimientos conflictivos hacia el bebé. Sugiera un comportamiento alterno: "Cuando estés enojado con el bebé, no le hagas daño, ven conmigo y te daré un gran abrazo”.
Recuerde:
  • Déle afecto incondicional a cada uno de sus hijos.
  • Realce las particularidades y los talentos de cada uno, así se sentirán importantes.
  • No haga comparaciones de tipo “tu eres grande, debes comprender, tu hermanito es chiquito”, a nivel intelectual el niño puede entender, pero emocionalmente no.
  • No brinde más privilegios al mayor por el simple hecho de ser el primogénito.
  • Establezca normas para los hermanos, ello evitará que surjan peleas, por ejemplo, la regla puede ser que un día pueda elegir uno de ellos que programa ver en la TV y el siguiente día le tocará elegir al otro.

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