lunes, 14 de febrero de 2011

Como hablar a los chicos de la muerte.


La muerte implica una gran pérdida, algo de lo que no tenemos vivencia y por tanto palabras para poder explicarla. Un ser vivo no puede pensar en su propia muerte, sabe que morirá, pero su muerte le parece algo absurdo, algo de lo que no puede pensarse. Vivimos nuestra muerte pero no asistimos a ella, la cumplimos. Por eso es difícil explicar lo inexplicable.

A veces el encuentro con la muerte nos asusta y esto nos dificulta hablar con los chicos sobre este tema.

Pero ¿qué es morir?
Morir es terminar de vivir.
Creo que siempre se le puede responder a un chico “morimos cuando terminamos de vivir”. Esta frase suele ser muy tranquilizadora para un niño. Mucho más que: “está en el cielo” o “se fue”.

Y, ¿Cómo decirles el porqué de la muerte?
Françoise Dolto sostenía que “Morimos sencillamente porque vivimos y porque todo lo que vive muere. No tenemos otra manera de definir la muerte que por la vida”.

¿Qué hacer con un niño frente a la muerte de un ser querido?

• No ocultar la noticia de la muerte. Seria excluirlos y los chicos perciben muy bien la expresión triste de los familiares.
• Transmitirle la verdad adaptándola a la edad y madurez del niño.
• No mentirles diciéndole que la persona se fue de viaje a un lugar muy lejano, o que está enferma, en el hospital. Y que no puede ir a verla. Porque en algún momento esta mentira se hace insostenible.
• Estimularlos a expresen lo que sienten. Poder dar palabra al sufrimiento es la primera forma de elaborar y asumir lo que pasa.
• Contarles que el cuerpo sin vida queda en el cementerio, donde están las tumbas y en un lugar está escrito el nombre, apellido, fecha de nacimiento y de fallecimiento "de la persona que murió". Es importante para un chico saber donde está su familiar, darle una ubicación.
• Permitirles ir al velatorio o al cementerio si ellos lo desean. Explicarle lo que verá y escuchará. También no forzarlo si no desea hacerlo.
• Evitar en caso de niños chicos, que presencien el entierro, es mejor que a los días y en un ambiente totalmente privado vayan con sus familiares a ver donde está el cuerpo de su ser querido.
• Hablarles del corazón que ama, el no muere mientras hay personas que se acuerdan de él y lo aman. Nos quedan sus fotos y los momentos vividos con él, que son una manera distinta de sentirlo presente.
• Explicarles que no todas las personas cercanas a él van a morir pronto y que vamos a estar para contenerlo y escucharlo.

Por último, la verdad puede ser triste, pero ignorarla, enferma. Siempre es mejor no esperar a la pérdida de un ser querido para hablar del tema, sino en la vida diaria poder ir hablando sobre flores, arboles, insectos o animales muertos. Asimismo cuando mueren personas famosas y sus funerales tienen atención mediática, cuando aparece la muerte en las noticias, es probable que los niños vean algo al respecto en la televisión o lo escuchen en la escuela o en una conversación. Siempre es más fácil hablar de la muerte cuando estamos menos involucrados emocionalmente.
Giselle. Domínguez
“Los chicos frente a la muerte” de M. Paula Gerardi

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