lunes, 14 de febrero de 2011

Besos en la boca entre padres e hijos.


Besos en la boca entre padres e hijos

En algunas familias existe la costumbre de darse besos en la boca entre padres e hijos. Los famosos “piquitos”. Hay familias que lo aceptan como algo natural, otras no se sienten cómodas con este tipo de prácticas y en otras familias solo las mamás besan a sus hijos y el padre no.



Veamos algunos casos de situaciones reales:
  • Mariana entra por primera vez al jardín de infantes en salita de cuatro. Al poco tiempo la maestra llama a la mamá para contarle que Mariana quiere saludar a todos con besos en la boca: a los chicos, a las maestras e incluso al portero.
  • Juan piensa que es normal darse besos en la boca con su hija de 12 años, siempre lo hizo pero a escondidas de los demás, solo dentro de casa.
  • Carlos y Natalia no están de acuerdo con los piquitos, sienten que están invadiendo un espacio que es privado de sus hijos, se sienten incómodos, les da pudor besar a sus hijos en la boca.
  • Darío tiene un juego con su hijo Matías de 3 años, Matías juega a darle besos en la boca y el torso a su papá luego de bañarse. La mamá no se siente muy cómoda con esta situación.

Los besos son una forma de expresar el amor. Pero hay distintas formas de expresar el amor según el tipo de vínculo del que se trate. Socialmente, los besos en la boca están reservados para el vínculo de pareja. En nuestra cultura no es común saludarse entre amigos, con compañeros de trabajo, o entre cuñados, etc. con besos en la boca. Es menos confuso para los chicos que los padres expresemos el amor que sentimos hacia ellos por medio de besos en la mejilla, abrazos, mimos y caricias. El vinculo sexual-erótico entre padres e hijos esta vedado en nuestra cultura, nos regimos por la ley de la prohibición del incesto: “Entre padres e hijos no hay contactos sexuales ni de pareja”.



Por otro lado tenemos que tener en cuenta que la sexualidad infantil existe. La sexualidad en los chicos se va inscribiendo en el cuerpo y va pasando por distintas etapas. Existen cinco etapas por las que atraviesa el niño en su desarrollo psicosexual:
  • En el primer año de vida el placer se centra en la zona de la boca, está vinculado a lo oral: succiona el pecho, chupetea, se introduce diversos objetos en la boca, etc.
  • Alrededor de los dos años la sexualidad se relaciona con la zona anal. Lo vemos en el proceso del control de esfínteres donde el placer está centrado en qué hace el niño con la caca, la retiene, la expulsa, prueba en otros lugares donde defecar, no ya en el pañal. La caca se transforma en un regalo para la familia, lo felicitan, saluda a la caca cuando se va por el inodoro, etc.
  • A partir de los tres años los chicos ingresan en lo que se llama la etapa fálica, atraviesan por el complejo de Edipo (los chicos se “enamoran” del padre del sexo opuesto y rivalizan con el padre del mismo sexo), disfrutan de ver a otros nenes desnudos, de mostrarse, tocar y tocarse. Comienzan la curiosidad y las típicas preguntas sexuales sobre las diferencias sexuales, sobre el embarazo, etc.
  • Alrededor de los seis años los niños entran en una etapa que llamamos período de latencia, aparece el pudor y la vergüenza, y los niños ponen mayormente su energía en el aprendizaje. La sexualidad vuelve a aparecer con más fuerza recién en la pubertad.
  • En la pubertad y adolescencia comienzan a aparecer las fantasías sexuales consientes, la actividad masturbatoria y el interés sexual genital por el otro sexo.

Conclusión

Los padres tenemos que acompañar a nuestros hijos en la evolución de su sexualidad. Pero no es bueno convertirnos en las personas con las que los niños satisfacen toda su curiosidad a través de besos o tocamientos en el propio cuerpo del adulto. Los chicos pueden satisfacer su curiosidad por medio del juego solos o con otros niños, explorando su propio cuerpo y por medio de preguntas.

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