jueves, 24 de febrero de 2011

El entorno familiar adecuado para los niños

LOS CELOS ENTRE HERMANOS/AS.

Uno de los problemas afectivos que acontecen en la etapa infantil son los celos. Cuando un niño se siente desplazado por el hermano, pueden surgir sentimientos de envidia, cólera, cierta hostilidad que se puede manifestar de muchas formas a través de enfrentamientos, peleas o conductas regresivas como cuando el niño se comporta como el hermano más pequeño.

Lo más común son los celos que surgen cuando nace otro hermano, quien es el nuevo niño en quien se centra toda la atención de los padres y de la familia; pero también existen los celos hacia los hermanos mayores, en ambos casos lo más importante es la intervención oportuna de los padres, son ellos quienes orientará las conductas de sus hijos.

Celos del hermano mayor

Cuando nace un nuevo integrante en la familia es común y de alguna manera justificable los celos del hermano mayor pues habrá muchos cambios en su entorno, la madre deberá dedicar más cuidados y atención al recién nacido, estará más ocupada, los familiares enfocarán su atención en el nuevo bebé, en algunos casos se requerirá o confiará los cuidados de otra persona ajena a la familia. Como consecuencia el niño puede manifestar conductas particulares, desde las agresivas hasta las regresivas, como por ejemplo, tratar de hacerse el bebé para captar nuevamente la atención de sus padres.

Ante estos hechos, los castigos no resolverán la situación, por el contrario, confirmarán los temores y amenazas del niño. Lo más prudente es hacerle sentir que él como hermano mayor, tiene sus particularidades, que es único y se le aprecia por lo que es, la idea es darle mayor confianza en sí mismo, mostrarle afecto, decirle cuanto lo queremos y también hacerlo participe de alguno de los cuidados del bebé con supervisión, esto hará que se sienta importante y supere sus sentimientos de inseguridad y hostilidad.

Celos en los hermanos menores

Los celos que existen entre los hermanos no es algo que se debe ignorar, tampoco considerarse como algo malo y prohibido, estos sentimientos surgen de manera espontánea y lo mejor es aceptarlos y aprender a superarlos. Siempre es más saludable expresar los sentimientos, el problema es cuando el niño no lo manifiesta, parece tranquilo, dócil, pero hay que tener cuidado porque la hostilidad puede llevarla por dentro creando así una personalidad ensimismada y con baja autoestima.

Existen características comunes en las familias, por ello para comprender mejor los sentimientos de celos que surgen entre hermanos, veamos las características más comunes que existen:

El hijo mayor, frecuentemente carga con todas las expectativas familiares, asumiendo que debe cumplir bien su rol. Por eso en general, los hijos mayores son responsables, meticulosos, sobre-exigidos y autoexigentes. Cada uno de sus logros es ampliamente celebrado y comentado.

El hijo menor, en cambio los menores son queridos por ser lo que son: "benjamines". Las madres muchas veces confiesan tratarlos con menos presión, sin exigir mucho de ellos, En efecto, cuando llega un hijo luego de varios otros, la mamá ya no está apurada en sacarle los pañales, en que hable o camine. Ya no existe la ansiedad como padres primerizos, pues ya han aprendido, el menor crece lleno de afecto y en un ambiente de libertad, sintiendo el amor incondicional de sus papás, seguro de sí mismo.

El hijo segundo o el del medio es el que optará por competir con el mayor, querrá superarlo y se sentirá disminuido si no logra, pues no tiene la madurez ni la edad del mayor. Por otro lado, también puede tomar la actitud de comportarse como un bebé, tratará de llamar la atención de los padres y si éstos no actúan de manera adecuada el niño se sentirá desplazado, con envidia de la atención centrada en los logros del mayor y las gracias del menor.

¿Qué hacer?

  • Si uno de los hermanos mayores se comporta como el más pequeño: Está buscando su atención, compréndalo, no lo castigue ni lo juzgue. Lo mejor que puede hacer es hablar con él y decirle que lo quiere por sus cualidades propias, que ser el hermano mayor tiene sus ventajas, no necesita ser más pequeño, siempre tendrá el cariño de los padres.
  • Si se pelean: Si se trata de un juguete, lo mejor será quitar el juguete y guardarlo hasta que aprendan a compartirlo. Si sabemos quien empezó el pleito lo mejor será hablar a solas con él, sobre su comportamiento dejando en claro que siempre tendrá el cariño y la atención de los padres y que no necesita pelear con su hermano.
  • Si el hermano mayor agrede al nuevo bebé: Hay que hablar con él, decirle que no hay que lastimar a su hermano, aliéntelo a hablar sobre sus sentimientos conflictivos hacia el bebé. Sugiera un comportamiento alterno: "Cuando estés enojado con el bebé, no le hagas daño, ven conmigo y te daré un gran abrazo”.
Recuerde:
  • Déle afecto incondicional a cada uno de sus hijos.
  • Realce las particularidades y los talentos de cada uno, así se sentirán importantes.
  • No haga comparaciones de tipo “tu eres grande, debes comprender, tu hermanito es chiquito”, a nivel intelectual el niño puede entender, pero emocionalmente no.
  • No brinde más privilegios al mayor por el simple hecho de ser el primogénito.
  • Establezca normas para los hermanos, ello evitará que surjan peleas, por ejemplo, la regla puede ser que un día pueda elegir uno de ellos que programa ver en la TV y el siguiente día le tocará elegir al otro.

domingo, 20 de febrero de 2011

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL: LA CLAVE DEL ÉXITO PERSONAL

Hoy en día, sabemos que para conseguir éxito en la vida, tanto en el plano personal como social, no es suficiente obtener buenas notas y tener un coeficiente intelectual alto, existen otros factores esenciales, habilidades personales que harán posible nuestro ajuste social y emocional. El manejo inteligente de las emociones propias y ajenas es lo que hará que las personas se sienten competentes y felices.

De esto trata la inteligencia emocional, definida como la capacidad para expresar y manejar sentimientos. Ha sido estudiada muchos psicólogos que notaban que no necesariamente las personas eran exitosas por tener logros académicos sino por poseer la facilidad de canalizar sus emociones y lograr un equilibrio entre lo racional y lo emocional.

Para lograr la inteligencia emocional se necesita: 

  • Conocer nuestras propias emociones y darnos cuenta cómo nos afectan y cómo influyen en nuestro estado de ánimo y nuestro comportamiento.
  • Manejar nuestras propias emociones, lograr un equilibrio, no reprimirlas ni tampoco dejarnos llevar por ellas, pues esto podría ocasionarnos problemas de relación con los demás.
  • Automotivarnos, dirigir nuestras emociones hacia un objetivo, ser optimistas y emprendedores a pesar de los obstáculos.
  • Reconocer las emociones de los demás. Saber interpretar las emociones ajenas a partir de los gestos o las expresiones de la cara y tono de voz permitirá ponernos en el lugar del otro, tener empatía y mejorar nuestras relaciones sociales.
  • Manejar nuestras relaciones con los demás, desarrollar habilidades para interactuar con los demás. 
Cómo desarrollar la inteligencia emocional en los niños

   
En los niños es básico e imprescindible desarrollar la inteligencia emocional, cada vez hay más investigaciones que concluyen que los niños con capacidades emocionales altas, son más seguros, más sociales, más felices y están mejor preparados para llegar a la vida adulta con gran capacidad para enfrentar dificultades y retos.

Recomendaciones para los padres:
  • Haz que tu hijo se sienta querido: Cargarlo, besarlo, abrazarlo, acariciarlos permitirá un desarrollo sano. Los estudios señalan que los niños que han recibido más afecto por parte de sus padres expresan mejor sus emociones, tienden a ser más comunicativos y son emocionalmente más inteligentes que aquellos que han recibido un trato poco afectivo y distante.
  • Enséñale a reconocer sus emociones y las de los demás: Podemos enseñarle mediante figuras o imágenes de rostros que expresan alegría, cólera, tristeza, aburrimiento, etc. De esta manera aprenderá a desarrollar la empatía, ponerse en el lugar de los demás y darse cuenta de sus propias emociones.
  • Haz que se sienta comprendido: Estar atento a sus emociones, respetarlo cuando está molesto o triste, no avergonzarlo frente a los demás.
  • Procura incentivar en ellos mismos, la solución de sus propios problemas.
  • Preocúpate por su desempeño académico, pero preocúpate más por que sea un niño sano y feliz
      Estas sugerencias están dedicadas especialmente a los padres, pero son aplicables a todas las personas en general, Ser conscientes de nuestras propias emociones, manejarlas adecuadamente, recibir y dar afecto son cosas importantes para grandes y chicos y nunca es tarde para empezar a ponerlas en práctica.

PSICOMOTRICIDAD


  ¿Que es la psicomotricidad?

   Según Berruazo (1995) la psicomotricidad es un enfoque de la intervención educativa o terapéutica cuyo objetivo es el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que le lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento y el acto, incluyendo todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación, aprendizaje, etc.

   La psicomotricidad en los niños se utiliza de manera cotidiana, los niños la aplican corriendo, saltando, jugando con la pelota. Se pueden aplicar diversos juegos orientados a desarrollar la coordinación, el equilibrio y la orientación del niño, mediante estos juegos los niños podrán desarrollar, entre otras áreas, nociones espaciales y de lateralidad como arriba-abajo, derecha-izquierda, delante-atrás. En síntesis, podemos decir que la psicomotricidad considera al movimiento como medio de expresión, de comunicación y de relación del ser humano con los demás, desempeña un papel importante en el desarrollo armónico de la personalidad, puesto que el niño no solo desarrolla sus habilidades motoras; la psicomotricidad le permite integrar las interacciones a nivel de pensamiento, emociones y su socialización.

  Importancia y beneficios de la psicomotricidad
En los primeros años de vida, la Psicomotricidad juega un papel muy importante, porque influye valiosamente en el desarrollo intelectual, afectivo y social del niño favoreciendo la relación con su entorno y tomando en cuenta las diferencias individuales, necesidades e intereses de los niños y las niñas.

A nivel motor, le permitirá al niño dominar su movimiento corporal.

A nivel cognitivo, permite la mejora de la memoria, la atención y concentración y la creatividad del niño.

A nivel social y afectivo, permitirá a los niños conocer y afrontar sus miedos y relacionarse con los demás.

 Areas de la psicomotricidad
Las áreas de la Psicomotricidad son:
  1. Esquema Corporal
  2. Lateralidad
  3. Equilibrio
  4. Espacio
  5. Tiempo-ritmo
    • motricidad gruesa.
    • motricidad fina.
Esquema Corporal: Es el conocimiento y la relación mental que la persona tiene de su propio cuerpo.

El desarrollo de esta área permite que los niños se identifiquen con su propio cuerpo, que se expresen a través de él, que lo utilicen como medio de contacto, sirviendo como base para el desarrollo de otras áreas y el aprendizaje de nociones como adelante-atrás, adentro-afuera, arriba-abajo ya que están referidas a su propio cuerpo.

Lateralidad: Es el predominio funcional de un lado del cuerpo, determinado por la supremacía de un hemisferio cerebral. Mediante esta área, el niño estará desarrollando las nociones de derecha e izquierda tomando como referencia su propio cuerpo y fortalcerá la ubicación como base para el proceso de lectoescritura. Es importante que el niño defina su lateralidad de manera espontánea y nunca forzada.

Equilibrio: Es considerado como la capacidad de mantener la estabilidad mientras se realizan diversas actividades motrices. Esta área se desarrolla a través de una ordenada relación entre el esquema corporal y el mundo exterior.

Estructuración espacial: Esta área comprende la capacidad que tiene el niño para mantener la constante localización del propio cuerpo, tanto en función de la posición de los objetos en el espacio como para colocar esos objetos en función de su propia posición, comprende también la habilidad para organizar y disponer los elementos en el espacio, en el tiempo o en ambos a la vez. Las dificultades en esta área se pueden expresar a través de la escritura o la confusión entre letras.

Tiempo y Ritmo: Las nociones de tiempo y de ritmo se elaboran a través de movimientos que implican cierto orden temporal, se pueden desarrollar nociones temporales como: rápido, lento; orientación temporal como: antes-después y la estructuración temporal que se relaciona mucho con el espacio, es decir la conciencia de los movimientos, ejemplo: cruzar un espacio al ritmo de una pandereta, según lo indique el sonido.

Motricidad: Está referida al control que el niño es capaz de ejercer sobre su propio cuerpo. La motricidad se divide en gruesa y fina, así tenemos:

a. Motricidad gruesa: Está referida a la coordinación de movimientos amplios, como: rodar, saltar, caminar, correr, bailar, etc.

b. Motricidad fina: Implica movimientos de mayor precisión que son requeridos especialmente en tareas donde se utilizan de manera simultanea el ojo, mano, dedos como por ejemplo: rasgar, cortar, pintar, colorear, enhebrar, escribir, etc).

lunes, 14 de febrero de 2011

Como hablar a los chicos de la muerte.


La muerte implica una gran pérdida, algo de lo que no tenemos vivencia y por tanto palabras para poder explicarla. Un ser vivo no puede pensar en su propia muerte, sabe que morirá, pero su muerte le parece algo absurdo, algo de lo que no puede pensarse. Vivimos nuestra muerte pero no asistimos a ella, la cumplimos. Por eso es difícil explicar lo inexplicable.

A veces el encuentro con la muerte nos asusta y esto nos dificulta hablar con los chicos sobre este tema.

Pero ¿qué es morir?
Morir es terminar de vivir.
Creo que siempre se le puede responder a un chico “morimos cuando terminamos de vivir”. Esta frase suele ser muy tranquilizadora para un niño. Mucho más que: “está en el cielo” o “se fue”.

Y, ¿Cómo decirles el porqué de la muerte?
Françoise Dolto sostenía que “Morimos sencillamente porque vivimos y porque todo lo que vive muere. No tenemos otra manera de definir la muerte que por la vida”.

¿Qué hacer con un niño frente a la muerte de un ser querido?

• No ocultar la noticia de la muerte. Seria excluirlos y los chicos perciben muy bien la expresión triste de los familiares.
• Transmitirle la verdad adaptándola a la edad y madurez del niño.
• No mentirles diciéndole que la persona se fue de viaje a un lugar muy lejano, o que está enferma, en el hospital. Y que no puede ir a verla. Porque en algún momento esta mentira se hace insostenible.
• Estimularlos a expresen lo que sienten. Poder dar palabra al sufrimiento es la primera forma de elaborar y asumir lo que pasa.
• Contarles que el cuerpo sin vida queda en el cementerio, donde están las tumbas y en un lugar está escrito el nombre, apellido, fecha de nacimiento y de fallecimiento "de la persona que murió". Es importante para un chico saber donde está su familiar, darle una ubicación.
• Permitirles ir al velatorio o al cementerio si ellos lo desean. Explicarle lo que verá y escuchará. También no forzarlo si no desea hacerlo.
• Evitar en caso de niños chicos, que presencien el entierro, es mejor que a los días y en un ambiente totalmente privado vayan con sus familiares a ver donde está el cuerpo de su ser querido.
• Hablarles del corazón que ama, el no muere mientras hay personas que se acuerdan de él y lo aman. Nos quedan sus fotos y los momentos vividos con él, que son una manera distinta de sentirlo presente.
• Explicarles que no todas las personas cercanas a él van a morir pronto y que vamos a estar para contenerlo y escucharlo.

Por último, la verdad puede ser triste, pero ignorarla, enferma. Siempre es mejor no esperar a la pérdida de un ser querido para hablar del tema, sino en la vida diaria poder ir hablando sobre flores, arboles, insectos o animales muertos. Asimismo cuando mueren personas famosas y sus funerales tienen atención mediática, cuando aparece la muerte en las noticias, es probable que los niños vean algo al respecto en la televisión o lo escuchen en la escuela o en una conversación. Siempre es más fácil hablar de la muerte cuando estamos menos involucrados emocionalmente.
Giselle. Domínguez
“Los chicos frente a la muerte” de M. Paula Gerardi

Besos en la boca entre padres e hijos.


Besos en la boca entre padres e hijos

En algunas familias existe la costumbre de darse besos en la boca entre padres e hijos. Los famosos “piquitos”. Hay familias que lo aceptan como algo natural, otras no se sienten cómodas con este tipo de prácticas y en otras familias solo las mamás besan a sus hijos y el padre no.



Veamos algunos casos de situaciones reales:
  • Mariana entra por primera vez al jardín de infantes en salita de cuatro. Al poco tiempo la maestra llama a la mamá para contarle que Mariana quiere saludar a todos con besos en la boca: a los chicos, a las maestras e incluso al portero.
  • Juan piensa que es normal darse besos en la boca con su hija de 12 años, siempre lo hizo pero a escondidas de los demás, solo dentro de casa.
  • Carlos y Natalia no están de acuerdo con los piquitos, sienten que están invadiendo un espacio que es privado de sus hijos, se sienten incómodos, les da pudor besar a sus hijos en la boca.
  • Darío tiene un juego con su hijo Matías de 3 años, Matías juega a darle besos en la boca y el torso a su papá luego de bañarse. La mamá no se siente muy cómoda con esta situación.

Los besos son una forma de expresar el amor. Pero hay distintas formas de expresar el amor según el tipo de vínculo del que se trate. Socialmente, los besos en la boca están reservados para el vínculo de pareja. En nuestra cultura no es común saludarse entre amigos, con compañeros de trabajo, o entre cuñados, etc. con besos en la boca. Es menos confuso para los chicos que los padres expresemos el amor que sentimos hacia ellos por medio de besos en la mejilla, abrazos, mimos y caricias. El vinculo sexual-erótico entre padres e hijos esta vedado en nuestra cultura, nos regimos por la ley de la prohibición del incesto: “Entre padres e hijos no hay contactos sexuales ni de pareja”.



Por otro lado tenemos que tener en cuenta que la sexualidad infantil existe. La sexualidad en los chicos se va inscribiendo en el cuerpo y va pasando por distintas etapas. Existen cinco etapas por las que atraviesa el niño en su desarrollo psicosexual:
  • En el primer año de vida el placer se centra en la zona de la boca, está vinculado a lo oral: succiona el pecho, chupetea, se introduce diversos objetos en la boca, etc.
  • Alrededor de los dos años la sexualidad se relaciona con la zona anal. Lo vemos en el proceso del control de esfínteres donde el placer está centrado en qué hace el niño con la caca, la retiene, la expulsa, prueba en otros lugares donde defecar, no ya en el pañal. La caca se transforma en un regalo para la familia, lo felicitan, saluda a la caca cuando se va por el inodoro, etc.
  • A partir de los tres años los chicos ingresan en lo que se llama la etapa fálica, atraviesan por el complejo de Edipo (los chicos se “enamoran” del padre del sexo opuesto y rivalizan con el padre del mismo sexo), disfrutan de ver a otros nenes desnudos, de mostrarse, tocar y tocarse. Comienzan la curiosidad y las típicas preguntas sexuales sobre las diferencias sexuales, sobre el embarazo, etc.
  • Alrededor de los seis años los niños entran en una etapa que llamamos período de latencia, aparece el pudor y la vergüenza, y los niños ponen mayormente su energía en el aprendizaje. La sexualidad vuelve a aparecer con más fuerza recién en la pubertad.
  • En la pubertad y adolescencia comienzan a aparecer las fantasías sexuales consientes, la actividad masturbatoria y el interés sexual genital por el otro sexo.

Conclusión

Los padres tenemos que acompañar a nuestros hijos en la evolución de su sexualidad. Pero no es bueno convertirnos en las personas con las que los niños satisfacen toda su curiosidad a través de besos o tocamientos en el propio cuerpo del adulto. Los chicos pueden satisfacer su curiosidad por medio del juego solos o con otros niños, explorando su propio cuerpo y por medio de preguntas.

domingo, 13 de febrero de 2011

Bienvenidos a Holanda

Hace unos cuantos años tuvo mucha fortuna un relato de Emily Pearl Kingsley, guionista de “Barrio Sésamo” y madre de un niño con síndrome de Down. El texto se titulaba “Viaje a Holanda” y pretendía explicar con una imagen muy clara y didáctica cómo, a veces, lo que llamamos dificultades, sólo son “realidades diferentes” de las que esperábamos o habíamos programado. El texto dice así:

Bienvenidos a Holanda
Me piden a menudo que describa la experiencia de criar y educar a un niño con una deficiencia. Para ayudar a la gente que no ha tenido esta experiencia tan especial a comprenderlo y a imaginarse como es, es algo así….Cuando estás esperando un niño, es como planificar un maravilloso viaje de vacaciones a Italia. Te compras un montón de guías de viaje y haces planes maravillosos: el Coliseo, el David de Miguel Angel, las góndolas de Venecia… Incluso aprendes algunas frases útiles en italiano. Todo es muy emocionante.
Después de meses esperando con ilusión, llega por fin el día. Haces tus maletas y sales de viaje. Algunas horas más tarde, el avión aterriza. La azafata viene y te dice "Bienvenido a Holanda" ¿Holanda? dices. ¿Qué quiere Vd. decir con Holanda? ¡Yo contraté un viaje a Italia! ¡Tendría que estar en Italia! ¡Toda mi vida he soñado con ir a Italia!
Pero ha habido un cambio en el plan de viaje. Han aterrizado en Holanda y tienes que quedarte allí. Lo más importante es que no te han llevado a un sitio horrible, asqueroso, llenos de malos olores, hambre y enfermedades. Simplemente, es un sitio diferente.
Por lo tanto, tienes que salir y comprarte nuevas guías de viaje. Y debes aprender un idioma completamente nuevo. Y conocerás a gente totalmente nueva, que no hubieras conocido nunca. Es simplemente un lugar distinto. Es más tranquilo que Italia, menos excitante que Italia. Pero después de haber pasado un cierto tiempo allí y de recobrar tu aliento, miras a tu alrededor y empiezas a darte cuenta de que Holanda tiene molinos de viento, Holanda tiene tulipanes. Holanda tiene incluso Rembrandts.
Al mismo tiempo, toda la gente que conoces a tu alrededor está muy ocupada yendo y viniendo de Italia, y están todos presumiendo de lo bien que se lo han pasado allí. Y durante el resto de tu vida, te dirás a ti mismo: "Sí, allí es donde yo debería haber ido. Eso es lo que había planeado" Y el dolor nunca, nunca desaparecerá del todo, porque la pérdida de ese sueño es una pérdida muy significativa.
Pero si te pasas la vida lamentándote por el hecho de no haber podido visitar Italia, es posible que nunca te sientas lo suficientemente libre como para disfrutar de las cosas tan especiales y tan encantadoras que tiene Holanda."

    Ya llevo más de una década en Holanda. Se ha convertido en mi hogar. He tenido tiempo para recobrar el aliento, para establecerme y acomodarme, y para aceptar algo diferente a lo que había planificado.
Mirando atrás, reflexiono sobre los años cuando recién arribé a Holanda. Recuerdo con claridad el golpe emocional, mi temor, mi ira - el dolor y la incertidumbre. Durante esos primeros años, traté de regresar a Italia, tal como lo había planeado, pero fue en Holanda que debí permanecer. Hoy en día, puedo decir lo mucho que he andado en este viaje inesperado. He aprendido tanto. Pero, este recorrido ha tomado su tiempo.
Trabajé duro. Compré nuevas guías de viaje. Aprendí un nuevo idioma y lentamente hallé mi camino en esta nueva tierra. Conocí a otras personas cuyos planes cambiaron, al igual que los míos, y que podían compartir mi experiencia. Nos apoyamos mutuamente y algunos se han convertido en amigos muy especiales.
Algunos de estos compañeros de viaje llevaban más tiempo que yo en Holanda y resultaron ser guías veteranos, ayudándome a lo largo del camino. Muchos me han alentado. Muchos me han enseñado a abrir mis ojos a las maravillas que pueden contemplarse en esta nueva tierra. He descubierto una comunidad que se preocupa. Holanda no era tan mala. Creo que Holanda está acostumbrada a viajeros extraviados, como yo, y se ha tornado en una tierra hospitalaria, que extiende la mano para dar la bienvenida, ayudar y apoyar a recién llegados como yo.
A lo largo de los años, me he preguntado cómo hubiera sido mi vida si hubiera aterrizado en Italia, como lo planifiqué. ¿Hubiera sido más fácil? ¿Hubiera sido tan enriquecedora? ¿Hubiera aprendido yo algunas de las lecciones tan importantes que he llegado a asimilar? Cierto, este viaje ha sido más retador y a veces yo he pataleado y he exclamado en protesta y por frustración (y aún lo hago).
Y efectivamente, Holanda va a paso más lento que Italia y es menos llamativa que Italia. Pero también esto se ha convertido en una ventaja inesperada. De cierta forma, he aprendido a aminorar la marcha y a mirar más de cerca las cosas, ganando una nueva apreciación de las bellezas notables de Holanda, con sus tulipanes, molinos de viento y obras de Rembrandt.
He llegado a querer a Holanda y a llamarla mi Hogar.
Me he convertido en un viajero del mundo y he descubierto que no importa dónde se aterrice. Lo que es más importante es lo que se logre hacer del viaje y que se vean y disfruten de las cosas especiales, las cosas hermosas, las cosas que Holanda, o cualquier paraje, tiene que ofrecer.
Cierto, hace más de una década que llegué a un lugar que no había planificado. Sin embargo, estoy agradecida, porque este destino ha sido más enriquecedor de lo que hubiese podido imaginar.

(Emily Pearl Kingsley)

sábado, 12 de febrero de 2011

TV para Padres: Valor del esfuerzo y trabajo

Orientaciones para mejorar el lenguaje de tus hij@s.

HABLARLES DE MANERA CLARA, LENTA Y PAUSADA
Es muy importante pronunciar muy bien todos los fonemas (sonidos) durante las conversaciones con tu hijo o tu hija, en ocasiones, incluso con sonidos que les resultan difíciles, de forma exagerada.
HABLARLES DE FORMA NATURAL
No porque sean pequeños hay que hablarles con diminutivos o utilizando palabras infantiles.
NO PREOCUPARSE SI TARTAMUDEA
Normalmente todos los niños y niñas lo hacen a estas edades. No es algo permanente, simplemente forma parte de una etapa evolutiva. El mejor tratamiento de ese tartamudeo infantil es no darle importancia, ni siquiera decirle que hable más despacio o que piense antes de hablar, porque al hacerlo, será consciente de su problema y le costará más superarlo
NO ACABAR LAS FRASES POR ELLOS
Ni cuando le hayas entendido a mitad de frase ni cuando parece que se les acaba el aire o cuando te da la impresión de que no lo están entendiendo otras personas.
NO CORREGIRLE DURANTE LA CONVERSACIÓN
Cuando acabe de hablar podremos ofrecerle el modelo correcto. Nunca hay que repetir las palabras mal pronunciadas por muy graciosas que sean.
HABLAR MUCHO CON ELLOS Y ELLAS.
Favorece el aprendizaje de los sonidos de su lengua natal, estrecha los lazos afectivos, estimula sus capacidades, favorece la comprensión y la expresión y tendrá más potencial para asimilar y recordar lo aprendido.
Aránzazu Ariza Muñío
Maestra de Audición y Lenguaje.

viernes, 11 de febrero de 2011

Relación Padres/Madres – Hij@s.


Las orientaciones que desde la familia se debieran seguir de cara a facilitar el desarrollo y mejora de la personalidad y de la conducta de nuestros hijos, podrían ser:

·         Demostrar y manifestar cariño de forma real, incluso y si llega el caso a través del contacto físico.

·         Hacer notar al niño, no sólo con gestos, sino también con palabras, lo bien que nos sentimos con él.

·         Elogiar de forma correcta: concreta y creíble y no de forma general y cáustica. No insistir en las descalificaciones continuas. Tender especialmente a realzar de forma muy expresiva y manifiesta las conductas positivas que tenga por mínimas que sean y a ignorar, que no consentir, las conductas negativas.

·         Actuar más por hechos y acciones que por palabras; las retóricas, discursos… suelen ser de poca utilidad, los niños se acostumbran a ellos y son ineficaces y contraproducentes.

·         Los silencios con cara de seriedad pueden ser mucho más efectivos que palabras a destiempo.

·         Mantener por nuestra parte siempre una actitud serena, tranquila y de dominio permanente de la situación, no nos dejar desquiciar por las conductas del niño. La autoridad debe estar siempre en los padres.

·         Ser dialogantes y tolerantes, pero no consentidores, con la misma serenidad y amabilidad con que la que le premiamos, también con esa misma serenidad y contundencia se les puede y se les debe sancionar; deben acostumbrarse a y saber que siempre deben cumplir las normas.

·         Los castigos han de ser cortos y realistas y deben cumplirse con rigor, no deben ser perdonados por personas ajenas a las que lo impusieron y deben aplicarse de forma inmediata a producirse la acción negativa. La aplicación no debe diferirse en el tiempo.          

·         El castigo debe ser el último recurso a emplear y no se debe abusar de él pues pierde la posible eficacia que pueda tener.

·         Ser coherente y sistemáticos en la aplicación de refuerzos sobre todo cuando son positivos y por tanto contingentes a conductas deseadas. De cualquier forma siempre es conveniente que el niño conozca con claridad las consecuencias de su conducta, ya sea ésta positiva o negativa. Las normas ha cumplir han de ser claras, sencillas y conocidas en todo momento.

·         No debe haber arbitrariedad en la aplicación de las normas. Ser ponderados siempre en la aplicación tanto de premios como de castigos, no dejarlo al estado de ánimo que tengamos en cada momento.
·         Compartir sentimientos con el niño, ya sean positivos o negativos, así se evitará que se sientan culpables de los posibles sentimientos negativos de los padres.

·         Saber escuchar y no utilizar juicios previos, escuchar las razones de los niños. Consensuar y hacerles partícipes de la elaboración de las normas y de las decisiones que haya que tomar.

·         Fomentar y apoyar que el niño exprese ideas propias y que no necesariamente tienen porque ser coincidentes con las de los mayores y más en concreto con las de la familia. En general potenciar el comportamiento autónomo, aunque responsable, en cualquier ámbito.

·         Hacer notar las habilidades y aptitudes específicas de los niños y especialmente de aquellas en las que más brillan.

·         Reforzar siempre la creatividad y las iniciativas positivas propias que puedan tener, aunque nos parezca que todavía son pequeños.

·         Exigir siempre las responsabilidades que son propias de cada edad, evitando caer tanto en el sobreproteccionismo como en las exigencias exageradas. Evitar asimismo expectativas propias de otra época: "Es que antes, a esa edad…". Debemos intentar que desde pequeños vayan cumpliendo todas las pequeñas rutinas y hábitos propios de cada edad (vestirse, desvestirse, alimentación, higiene, relación, lenguaje…).

·         Estimular en el niño la responsabilidad personal y la toma de decisiones en todos los ámbitos (vestido, amigos, juegos y ocio…).

·         Instarles desde pequeños a que se organicen y planifiquen todas las cosas que son de su incumbencia: habitación, lugar de estudio, material escolar, tiempos de estudio, actividades extraescolares…

·         Conocer las reglas del hogar con claridad, sin ambigüedades; normas claras, asequibles y dentro de lo posible consensuadas por todos. Asimismo aplicarlas y cumplirlas todos por igual. No sirve lo de "Haz lo que digo, no lo que hago". Al contrario, los padres son los "modelos" en los que se ven los hijos para imitar y adquirir nuevas conductas. El niño debe tener muy claro siempre las conductas que son esperables de él.

·         Dialogar y conversar como práctica habitual con los niños; no dejar de contestar ninguna pregunta por inadecuada que nos parezca ni tampoco utilizar evasiones como: "Aún eres pequeño para entenderlo...", "esto son cosas de mayores...", “no tengo tiempo para tonterías.”

·         Respetar y aceptar el perfil caracterial del niño, ayudarle a que se acepte a sí mismo, tanto física como psicológicamente, intentar cambiar y mejorar aspectos y actitudes concretas pero no intentar que se acabe pareciendo a nadie.

·         Desde el ámbito familiar intervenir tanto el padre como la madre en la educación integral del niño; ésta no es competencia en exclusiva ni prioritaria de ninguno de los dos, sino que debe ser objetivo común de ambos.

·         Ayudar al niño a superar los sentimientos y autopercepciones negativas.


Respecto al ámbito académico las consideraciones a tener en cuanta por parte de los padres podrían ser:

·         Preocuparse por los temas escolares. Hablar con el niño de sus progresos, dificultades e inquietudes escolares. Debe percibir interés real de los padres por lo escolar y que, por tanto, valoran en su justa medida no sólo los resultados sino también el esfuerzo y la dedicación.

·         Ayudarle en la resolución de las tareas y deberes.

·         Facilitar que el lugar y hábitos de estudio sean los adecuados.

·         Revisar e interesarse regularmente por los materiales y trabajos que se hacen en el colegio. Valorarlos adecuadamente.

·         No descalificar al profesor delante del alumno; en caso de conflicto escuchar a todas las partes intentando solucionarlo de forma positiva sin tener que llegar a descalificaciones.

·         Visitar al tutor con regularidad para interesarnos por la marcha escolar del niño; será una forma de que éste perciba que se valora realmente todo el trabajo escolar.

·         Evitar comparaciones del niño con hermanos, amigos, compañeros, etc., sobre todo si son comparaciones negativas y pueden afectar a la autoestima académica y personal del niño.